Benjamín Ardila

• Hay personajes políticos cuyo anecdotario es su biografía, por ser variado e ingenioso. La anécdota es espejo del alma, visión de la inteligencia, reflejo del espíritu no siempre recordado por biógrafos acelerados que eluden la pincelada sobre el escorzo de una acuarela exacta de los hombres representativos. No hay estadista sin anécdotas de soporte en la relación de su vida.

• Un alcalde de pueblo, casi vitalicio y atrabiliario, fue trasladado por el gobernador a otra urbe cuando estaba esa posibilidad en sus funciones. Pero le respondió al mandatario regional que no permitiría su traslado. Inmediatamente fue relevado de su alcaldía y, altaneramente, escribió al gobernador: “Si no acepto traslado, menos destitución”.

• América Latina ha sido una suma de pueblos machistas, a pesar de la contribución de la mujer a la economía y a la cultura de las naciones. Pero también ha habido conquistas: en Cartagena de Indias, ya en 1950, doña Emma Villa de Escallón dirigió el Diario de la Costa, fundado en 1916. En cambio, cosa rara: en 1945, el presidente Alberto Lleras y, en 1954, Guillermo León Valencia, en la constituyente, se opusieron al voto femenino, pero, en 1958 y, en 1962, respectivamente, fueron elegidos presidentes de Colombia con más del 50 % de sufragios femeninos.

• Volviendo con los enciclopedistas de Francia, que decían que el genio se encuentra en las chozas o en los palacios, hay más pruebas de ello: en México, con el Indio Juárez; en la India, con Gandhi; en Suráfrica, con Mandela, y en EE UU, con Obama. El mexicano proveniente de una tribu zapoteca, y Obama, hijo de inmigrantes y de madre soltera.