Anecdotario

Benjamín Ardila

Mario Vargas Llosa definió el gobierno del PRI (Partido Revolucionario Institucional de México) como la dictadura perfecta. Y Octavio Paz expresó sobre el tema: “Es indudable que al idear la fundación de un partido hegemónico, Plutarco Elías Calles tuvo presentes algunos ejemplos contemporáneos: la Turquía de Atartuk y, sobre todo, el Partido Bolchevique Ruso y el Partido Fascista Italiano. Es revelador también que el primer nombre de la agrupación haya sido Partido Nacional Revolucionario. Es un nombre con sabor de época y que evoca tanto al nacionalismo del socialista Mussolini como al “socialismo en un solo país” del nacionalista Stalin. Pero los partidos de Rusia e Italia habían conquistado el poder mientras que el mejicano fue creado desde el poder”.

Sobre las doctrinas sociales de Rafael Núñez, don Marco Fidel Suárez, en 1911, opinó: “El influjo de las ciencias políticas sobre el idioma nacional es tan natural como necesario. Versando esas ciencias sobre el gobierno y la administración pública, interesan más que ninguna otra a la comunidad; ejercitándose su actividad a la luz del sol, llaman vivamente la atención de los hombres; y mezclándose en sus dominios los intereses, las pasiones, el amor de la gloria y el patriotismo, poseen valientes resortes que, señoreando la opinión pública, obran también sobre el lenguaje que las representa”.

El presidente Alfonso López Pumarejo fue dos veces embajador en Gran Bretaña y también en Naciones Unidas. En el organismo mundial, Colombia se abstuvo de votar la Resolución de noviembre de 1947, que creó el Estado de Israel. López explicó que se debía resolver la dolorosa situación del pueblo judío, pero se debía también encontrar un acuerdo entre árabes y judíos. Con todo, Austin –diplomático americano-, Gromyko, ruso, y la presión inglesa impidieron el acuerdo propuesto, y llevan ya 60 años de conflicto prolongado.

Alfonso Lara Hernández, gobernador del Norte de Santander en tiempos anteriores, recibió una comitiva de Ocaña muy molesta con el abandono de los poderes centrales y empecinados en formar el departamento de Caro y a dejar Cúcuta definitivamente. Lara, inquieto ante la amenaza, les dijo: “Váyanse con Ocaña y les encimo Gramalote”.