El Consejo de Estado decidió amparar los derechos a la igualdad, al acceso a la administración de justicia y al debido proceso al encontrar que en dos demandas de idéntica naturaleza se resolvió uno de los casos de manera negativa y el otro positivamente. En el caso en estudio, la Sección Segunda advirtió que el juez de instancia, a pesar de haber sentado un precedente negativo ante el mismo problema jurídico, no siguió su línea o se apartó de ella, desconociendo que el juez de la causa debe emitir decisiones que esté dispuesto a suscribir posteriormente en otros casos análogos. Según la sentencia, la regla de vinculación al precedente no es absoluta, pues no se trata de petrificar la interpretación judicial ni de convertir el criterio de autoridad en el único posible para resolver un asunto concreto (C. P. Luis Rafael Vergara).