La protección del derecho fundamental a la dignidad humana para las personas privadas de la libertad supone, entre otras situaciones, la de contar durante el tiempo de reclusión con los elementos mínimos que permitan su descanso nocturno. Así lo señaló el Consejo de Estado, al conceder la tutela invocada por un recluso de un establecimiento penitenciario a quien no le fueron suministrados de forma completa los elementos mínimos para su estadía allí. El alto tribunal recordó que las personas privadas de la libertad se encuentran en una situación de vulnerabilidad que impone especiales deberes al Estado y, por otra parte, cuando se desconoce la dignidad de las personas privadas de la libertad en las cárceles, normalmente se hace referencia al desconocimiento de las condiciones materiales de existencia mínima que se han de garantizar a toda persona (C.P. Guillermo Vargas Ayala).