La Corte Constitucional reiteró que la procedencia de la acción de tutela contra sentencias, cuando se reprocha la interpretación judicial de pruebas o de normas, es excepcional y solo es viable cuando el juez se aparta de la ley y la Constitución irrazonablemente. En ese sentido, la Corte indicó que si existen diversas interpretaciones razonables debe prevalecer la del juez de conocimiento, para preservar los principios de autonomía, independencia y especialidad de la labor judicial. Con estos argumentos, el alto tribunal negó la tutela interpuesta contra una sentencia de la Sala Laboral de la Corte Suprema en que se negó el reintegro de algunos exempleados de un hospital. En opinión de la Corte Constitucional, la Sala de Casación Laboral hizo una interpretación razonable y no arbitraria en el caso concreto (M.P. Jorge Iván Palacio).