El campo de actividades que pueden desarrollar las cajas de compensación familiar es muy amplio y los dineros que reciben por concepto del cobro de servicios prestados, tales como eventos, recreación, hotelería, salud, etc., deben ser destinados principalmente en beneficio de quienes hacen parte de la caja. Esta destinación les da la connotación de públicos y, por ende, objeto de control fiscal, indicó la Contraloría General de la República. Así las cosas, tanto las cajas de compensación como los funcionarios que tengan injerencia en el manejo de los recursos tienen la calidad de gestores fiscales y serán objeto de vigilancia.