Wilson Ruiz Orejuela: “La reforma a la justicia debe regresarle la legitimidad a la Rama Judicial”
14 de Noviembre de 2013
Wilson Ruiz, presidente de la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura (CSJ), habló sobre la crisis de la justicia.
ÁMBITO JURÍDICO: ¿Qué opina sobre las exigencias éticas y profesionales de los miembros de la Rama Judicial?
Wilson Ruiz Orejuela: Considero que son laxas, y estoy seguro que este debe ser un punto de la reforma a la justicia. Esta no debe tener un propósito más allá de regresarle la legitimidad a la Rama Judicial; que el ciudadano sienta confianza que su juez está administrando justicia conforme a derecho. Uno de los puntos para regresar esa legitimidad tiene que ser el incremento de las exigencias éticas y profesionales para quien desee ser juez, magistrado o fiscal.
Á. J.: ¿Hay un vínculo entre los hechos de corrupción en las altas cortes y funcionarios judiciales de otras instancias?
W. R. O.: Considero que no. Los casos que han sido objeto de cuestionamientos por parte de la opinión pública son aislados, que en nada deben comprometer a las instituciones. Es importante precisar que, en su gran mayoría, los servidores judiciales están comprometidos moral y éticamente con las funciones que les fueron conferidas.
Á. J.: ¿Cuántos funcionarios judiciales han sido sancionados por el CSJ?
W. R. O.: Desde la creación de la Sala Jurisdiccional Disciplinaria, se han sancionado, hasta el 30 de octubre del 2013, 14.540 abogados y 2.162 funcionarios (jueces, magistrados y/o fiscales). De estos, 160 fueron destituidos.
Á. J.: ¿Hasta qué punto estas conductas corruptas son patrocinadas por litigantes?
W. R. O.: Somos el segundo país del mundo con más abogados por cada 100.000 habitantes, después de Costa Rica, según el Centro de Estudios de Justicia de las Américas, y a pesar de que una buena parte de nuestros jóvenes quieren ser abogados, pocos se cuestionan sobre la enseñanza, la ética o la justicia. En las facultades de Derecho, existe una gran preocupación por aprenderse todos los incisos de un código, pero no se siente un descontento con lo que está ocurriendo fuera de las aulas.
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