“El ‘venture capital’ en ‘startups’ ha tenido una evolución espectacular en Colombia”
La financiación y el crecimiento exponencial de startups en Colombia ha sido importante en la última década. El abogado Juan Carlos Palau habla sobre esta materia.Openx [71](300x120)

27 de Junio de 2025
La financiación y el crecimiento exponencial de startups en Colombia ha sido importante en la última década. A través de diferentes instrumentos, fue posible construir un entorno favorable de negocios que ha facilitado este incremento. Juan Carlos Palau, experto en derecho bursátil, habla sobre la evolución de estas materias y las figuras y herramientas jurídicas creadas y trasplantadas de jurisdicciones como la estadounidense.
ÁMBITO JURÍDICO: ¿Cómo ha evolucionado el crecimiento del capital de riesgo en las ‘startups’?
Juan Carlos Palau: El venture capital en startups ha tenido una evolución espectacular en Colombia desde que se introdujo. Solamente en 2024, tuvo un crecimiento del 24 % con respecto al año anterior, llegando a 2.126 startups en el país, con una valoración total de 800 millones de dólares, con, por lo menos, 500 empleos, según el último informe de Innpulsa. Eso significa un impacto social muy significativo, dado que representa una alternativa de superación para muchas personas, sobre todo jóvenes. Es lo que permiten las tecnologías, hoy en día, como el entorno digital y la inteligencia artificial (IA), donde no es necesario hacer grandes inversiones para iniciar grandes empresas.
Á. J.: ¿Cómo es posible facilitar este tipo de contratación atípica para que lleguen más recursos a esos ‘startups’ en crecimiento?
J. C. P.: Con un ambiente que incentive la entrada de capital al país, lo cual significa un marco normativo estable y predecible, al igual que seguridad. Las condiciones del país deben ser propicias. Parece que el país en parte está logrando esto, sobre todo en Medellín, donde se calcula que hay 8.300 trabajadores nómadas, que dejan cerca de 600.000 millones a la economía local. Pero hay que hacer mucho más.
Á. J.: ¿Qué desarrollo han tenido los ‘private equity’ en Colombia?
J. C. P.: Los fondos de capital privado también han tenido un desarrollo importante, tanto que actualmente existen 275 fondos de esta naturaleza en el país, que han invertido en 1.260 compañías, generando más de 300.000 empleos según el último informe de Deloitte. Sin embargo, en los últimos años, sí se ha sentido una pérdida de dinamismo por las condiciones del país. Hay mucha incertidumbre en el entorno, más aún si tenemos en cuenta que estas son inversiones de alto riesgo. La incertidumbre trasciende las fronteras nacionales y también se enfoca en EE UU, principal fuente de capital para estas inversiones.
Á. J.: ¿Cómo se relacionan con los ‘private equity’ con las ‘family offices’?
J. C. P.: Los private equity son fondos grandes, que recaudan inversión en los diferentes mercados internacionales, a una escala mucho mayor, para invertir en distintas empresas. Las family offices son el brazo de inversión de familias que tienen excedentes significativos de capital y buscan invertirlos, ya sea para generar rentabilidad o con un enfoque estratégico.
En Colombia, por ser un país donde la mayor parte de las empresas son familiares, aquellas que han alcanzado una escala y posición de mercado importantes reciben inversión de los private equity.
Á. J.: ¿Cómo se han trasplantado esas figuras jurídicas en un entorno jurídico como el colombiano?
J. C. P.: Las instituciones y herramientas jurídicas, sobre todo contractuales y societarias que facilitan estas inversiones, tienen origen en EE UU. Son especiales, porque deben permitir recibir un monto suficiente de inversión, con garantías suficientes para los inversionistas, pero, a la vez, sin diluir o afectar significativamente la estructura patrimonial o capacidad decisoria de las empresas, ya que, si esto último ocurriera, el principal motor de la empresa que son sus fundadores perdería motivación. Estamos hablando de notas convertibles, SAFES, KISS, y Shareholders Agreements.
En Colombia, el legislador y la comunidad jurídica y empresarial han sabido entender la importancia de importar estas figuras y herramientas y han creado mecanismos como las sociedades por acciones simplificadas y también se han adaptado contratos internacionales al entorno local.
Á. J.: ¿Qué aprender de estructuras de financiación como las que existen en EE UU que han contribuido para impulsar el crecimiento empresarial y de ‘startups’?
J. C. P.: Como lo mencionaba, es el país de origen de estas estructuras. Se aprende que la flexibilidad y la agilidad con muy importantes. También se aprende de ejemplos como el Estado de Delaware, donde la política pública ha tenido como objetivo ser la jurisdicción número uno en atracción de sociedades, y hoy es el domicilio social más apetecido entre empresarios a nivel mundial. Una de las razones es la estabilidad, predictibilidad que da su estamento judicial, específicamente la Corte de Cancillería (Court of Chancery). En Colombia, se podría hacer cosas similares.
Juan Carlos Palau
Es abogado de la Universidad de los Andes, LL M en derecho bursátil de Northwestern University (EE UU) y MBA de la Escuela de Alta Dirección Inalde. Ha trabajado en varias firmas en temas, en el sector público y en la academia. Es socio fundador de Juan Carlos Palau Abogados y es abogado admitido en la Barra de Abogados de Nueva York (EE UU).
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