El Consejo de Estado reiteró que el deber de seguridad, vigilancia y custodia de los hospitales y clínicas radica en impedir que el paciente sufra algún accidente en sus instalaciones o con ocasión de la atención médica prestada. Al respecto, explicó que esta obligación es de medio y no de resultado, por ende, el perjudicado debe probar la falla del servicio. Con estos argumentos, declaró la responsabilidad de un hospital de Cali que propició la lesión de un paciente y le prestó una asistencia deficiente. Así, ordenó la reparación de perjuicios morales bajo el test de proporcionalidad. Los magistrados Olga Valle y Enrique Gil aclararon el voto (C. P. Jaime Orlando Santofimio).