Teniendo en cuenta un hallazgo de la Contraloría de Bogotá relacionado con obras públicas que están suspendidas o que fueron terminadas pero están sin funcionamiento, correspondientes a 58 contratos, de los cuales la ciudad ha comprometido recursos por más de $ 1 billón, la entidad le solicitó al alcalde Gustavo Petro liderar las acciones pertinentes para que las mismas se concluyan y se logre el fin de la actividad contractual. Aunque la mayoría de situaciones irregulares se relacionan con contratos suscritos desde 1999, el ente de control señaló que es indispensable que la administración ejerza control directo y adopte instrumentos de gestión y seguimiento.