Desde comienzos de su mandato, el presidente Juan Manuel Santos buscó un acercamiento con las cortes, para definir los puntos de una reforma que solucione los problemas de la justicia. El 4 de agosto, se radicó el anunciado proyecto de acto legislativo.

Aunque el Consejo de Estado presentó su propio proyecto, las propuestas fueron unificadas. Pero la luna de miel duró poco. Algunos cambios generaron el rechazo del Consejo y de la Corte Suprema.

Un día antes de finalizar la primera vuelta, el Procurador, la Fiscal y los presidentes de Corte y Consejo alegaron que la reforma no garantizaba el equilibrio de poderes.

No obstante, la iniciativa fue aprobada, y se alista para continuar su trámite.