Doctor en Derecho: el perfil que necesita Colombia para transformar su justicia
El Doctorado en Derecho de la UNAB ya tiene inscripciones abiertas para su nueva cohorte. Haz parte del grupo de juristas y profesionales que lideran el debate y la transformación de la justicia en Colombia.Openx [71](300x120)

14 de Julio de 2025
Cuando se habla de transformar el sistema de justicia en Colombia, pocas veces se menciona un protagonista clave: los doctores en Derecho. En un país donde las reformas legales, los litigios complejos y los retos constitucionales están a la orden del día, el perfil del abogado tradicional ya no es suficiente.
Cada vez más instituciones, públicas y privadas, demandan profesionales con pensamiento crítico. También valoran habilidades investigativas sólidas y capacidad para argumentar con base en evidencia para incidir con rigor en los grandes debates jurídicos.
Si a todo esto se le suma el empalme que trae la justicia digital, la inteligencia artificial y cómo los derechos humanos exigen nuevas respuestas, la formación doctoral se convierte en una herramienta clave para quienes aspiran a transformar la práctica jurídica.
Ese es el norte al que apunta el Doctorado en Derecho de la Universidad UNAB, una propuesta académica que promueve la formación de profesionales del Derecho y áreas afines, con un enfoque en la producción de conocimiento jurídico riguroso, la articulación entre saberes interdisciplinarios y el desarrollo de capacidades investigativas que les permitan incidir de manera estratégica en los desafíos del sistema legal colombiano.
El programa busca potenciar perfiles que aporten soluciones transformadoras desde la investigación, la consultoría especializada o la formulación de políticas públicas.
Más allá del litigio
Hasta 2022, Colombia contaba con solo 16 doctores por cada millón de habitantes, lejos del promedio latinoamericano de 48, de acuerdo a cifras publicadas por Fedesarrollo y financiado por Minciencias.
Y aunque el Derecho es la segunda rama con más postulaciones doctorales, apenas el 4 % de los doctores graduados entre 2001 y 2018 en el país pertenecían a esta disciplina (202 de un total de 4.941), tal como reveló el Observatorio Laboral del Ministerio de Educación Nacional.
En ese contexto, la UNAB se convierte en un actor clave al impulsar este doctorado que puede cursarse en ocho semestres y que permite la posibilidad de realizar movilidades con otros programas de posgrado de la Universidad o estancias en instituciones externas.
Lo mejor, es que la interdisciplinariedad no solo aplica de manera interna en la formación misma, sino que precisamente también está dirigido a profesionales afines a las ciencias sociales, administrativas, económicas, de la salud o a las humanidades, que buscan una formación doctoral de alto nivel sin dejar de lado sus compromisos laborales.
Lo que quiere decir que no es exclusivo para abogados, jueces, fiscales, asesores jurídicos, docentes universitarios o profesionales vinculados a la ciencia jurídica, quienes, por supuesto, podrán apuntarse a esta formación doctoral al identificarla como un derrotero natural de su campo para elevar su perfil.
Perfil con impacto laboral
Carlos Andrés González León, director del Centro de Investigaciones Socio-Jurídicas de la UNAB, destaca que la interdisciplinaridad del programa, permite formar profesionales capaces de “brindar soluciones a problemas sociales”, gracias a un entendimiento nutrido por diferentes corrientes del conocimiento.
“Queremos tener explicaciones desde otros marcos teóricos. Hoy es innegable que las revisiones que se hacen desde la economía, la filosofía, la historia o la literatura ayudan a una mejor comprensión del contexto de los problemas jurídicos”, señaló González León.
Bajo su criterio, los cinco enfoques de investigación que ofrece este posgrado “aportan a la democratización del conocimiento regional”, los mismos abarcan: salud y bienestar; bioeconomía biotecnología y sostenibilidad ambiental; transición energética; desarrollo económico y empresarial; y desarrollo humano con equidad.
Un Doctorado en Derecho no solo forma investigadores para la academia. También fortalece las capacidades de profesionales que aspiran a influir en procesos normativos, liderar reformas jurídicas, asesorar organismos multilaterales o diseñar políticas públicas con un enfoque crítico y transformador.
Así lo ratifica Fedesarrollo, al destacar que los doctores en Derecho son clave para impulsar la competitividad, el progreso económico y el bienestar social, al contribuir desde la producción de conocimiento a la formulación de políticas, la mejora institucional o la resolución de conflictos estructurales.
El Doctorado en Derecho de la UNAB ya tiene inscripciones abiertas para su nueva cohorte. Haz parte del grupo de juristas y profesionales que lideran el debate y la transformación de la justicia en Colombia, conoce más en www.unab.edu.co.
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