El retiro discrecional del servicio de los miembros de la Policía Nacional por voluntad de su Dirección General atiende a un concepto de evolución institucional que busca la adecuación de su misión y visión a los desafíos a los que se enfrenta la institución, cuyo objetivo principal es velar por la seguridad ciudadana. Así lo dijo el Consejo de Estado al precisar que la regla y medida de la discrecionalidad de un instrumento como este es la razonabilidad. En esta medida, se debe evaluar la satisfacción del interés general y la observación de elementos fácticos que conlleven la necesidad de la decisión que mejor conviene a la comunidad. Entre otras consideraciones, el Consejo indicó que la administración está facultada para ejercer de manera simultánea la facultad discrecional y disciplinaria, si resulta evidente la afectación del servicio (C.P. Gerardo Arenas Monsalve).