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CIDH pide a EE UU reformas a programas de recolección de datos
15 de Mayo de 2015
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió a EE UU reformar los programas de vigilancia a las comunicaciones de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), fuertemente criticados tras ser expuestos por Edward Snowden hace casi dos años.
Estados Unidos debe conducir reformas "que aseguren que la vigilancia de las comunicaciones esté claramente autorizada por la ley", señaló la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH.
Las normas relativas a los programas de recolección de metadatos telefónicos de la NSA deben tener "claros límites que reduzcan la naturaleza, alcance y duración de este tipo de medidas y las razones para ordenarla", añadió el organismo.
Según la Relatoría Especial, si bien el programa no incluye el contenido de las comunicaciones, la recolección de grandes cantidades de datos acerca de las personas, que incluye su ubicación, actividades en línea, y con quiénes se comunican, puede constituir un acto particularmente invasivo que afecta seriamente el derecho a la privacidad y la libertad de pensamiento y expresión.
Por lo tanto, la Relatoría expresó su preocupación por el hecho de que la legislación en materia de inteligencia y seguridad haya permanecido inadecuada frente a los desarrollos de las nuevas tecnologías, lo que, explicó, permite el acceso indiscriminado y sin precedentes a datos sobre la comunicación de las personas que pueda generar efectos intimidatorios sobre la libre expresión y la búsqueda y difusión de información.
La declaración de la CIDH concuerda con sanción de una reforma en la Cámara baja del Congreso estadounidense que prohíbe a NSA recabar masivamente datos en EE UU.
La reforma, que debe ser todavía considerada por el Senado antes de fin de mes, modificaría un artículo controvertido del Ley Patriota, adoptada luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001, y que expira el 1 de junio
Una corte de apelación federal declaró la semana pasada como ilegal el programa espionaje telefónico de la NSA, que quedó develado en junio de 2013 con las revelaciones de Snowed.
Hasta ahora, la NSA acumulaba en sus servidores los metadatos de las llamadas telefónicas realizadas en EE UU : su horario, duración, el número discado, pero no la grabación de la conversación. Estos datos se conservan durante cinco años y son manejados por analistas que intentan localizar una eventual amenaza terrorista.
Los datos serían a partir de ahora conservados por los operadores telefónicos y sólo accesibles para la NSA luego del aval de un juez cuando se defina un objetivo preciso.
Para la CIDH un punto importante de reforma recae en el funcionamiento de la Corte de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera (FISA, por sus siglas en inglés), un tribunal secreto que supuestamente fiscaliza la interceptación de telecomunicaciones.
"La legislación debería reforzar la transparencia de las decisiones de la Corte de Vigilancia de Inteligencia Extranjera y aclarar los mecanismos legales para la impugnación de sus decisiones", señaló la CIDH.
Recientemente, en mayo de 2015, los Relatores Especiales de la ONU, y la CIDH emitieron una declaración conjunta sobre la libertad de expresión y las respuestas a las situaciones de conflicto, en la cual reafirman que la vigilancia debería llevarse a cabo solo de forma limitada y selectiva y de una manera que represente un equilibrio adecuado entre el orden público y las necesidades de seguridad, por un lado, y los derechos a la libertad de expresión y a la privacidad, por el otro. “La vigilancia indiscriminada o masiva, es inherentemente desproporcionada y constituye una violación de los derechos de privacidad y libertad de expresión", señalaron.
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