El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, explicó que según los cálculos del Ejecutivo hay dos escenarios: el primero sería el de la seguridad jurídica, “nadie va a volver a creer en una reforma tributaria ni ley de financiamiento, cumplidos todos los requisitos, como lo han certificado los secretarios tanto de la Cámara como del Senado”. Lo anterior traído a valor presente costaría, cada año, 1,5 puntos del PIB. El segundo escenario, de acuerdo con lo que explicó el titular de la cartera, es el de los efectos de crecimiento inherentes a la Ley de Financiamiento, pues estos desaparecerían.